jueves, 13 de diciembre de 2012

Besos de una Luna en remojo:



No puedes separarte de mí. ¿No crees que es hora de admitirlo todo?
Cual marea atraída por la atracción propia de la Luna Llena.
Cuando estás conmigo, no puedes dejar de sentir la subida y bajada de las mareas, ni los paseos de los amantes a medianoche. 
Cuando soy una Luna totalmente nueva y desaparezco, por los poros empiezan a salirme mares y me tomo las estrellas cuando salgo de bares. 
Pero ahora que estoy tan lejos de ti, me encuentro entre Cuarto Menguante y Cuarto creciente. 
Te enamoraste de mí antes de ver tu primer amanecer. El maldito Sol te volvió completamente loco y la Luna empezó a saberte a poco. 
Puede que tuvieras razón; Yo no era más que un satélite, y él era una gran estrella.
Cuando me quise dar cuenta, el Sol ocupó mi lugar en un Eclipse total. Me despedí de ti mientras me volvía casi invisible, pasando por el gris oscuro y ese rojo cobre. 

Mientras olvidabas los pequeños detalles. Los besos y esos te quieros infernales.

martes, 11 de diciembre de 2012

Si pierdes el norte, transfórmate en Estrella Polar:



Tengo un mapa de mí misma, en el que me encuentro cuando me pierdo.
Tengo una brújula que me guía, cuando pierdo el norte.
Tengo un globo terráqueo en el que marco con un alfiler al azar el camino.
Y trazo las líneas de todo lo descubierto, incluyendo las líneas tibias de tus manos.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Estragos de una resaca de letras.

eme.

  1.  f. Decimoquinta letra del abecedario español, que representa un fonema consonántico nasal y labial.
  2.  f. Letra numeral que tiene el valor de 1000 en la numeración romana.

Pero si le preguntaran a Nyx, les contestaría con resentimiento que eme, es la anterior a la ene.
Es alguien que siempre va un paso por delante de ella.
Que no sería la decimoquinta, sino la última. Y que valdría menos que la eme numeral.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Tic, tac. Toc, toc.



Suena el reloj de pared de la entrada. Suena la saboneta de uno de los bolsillos (de esos pantalones vaqueros con agujeros que te dejaste en mi habitación.)
En una tienda de relojes, todos suenan sin parar -a la par-, y el despertador de mi mesa de noche se para. 
Te espera.
Aún espero que deje de sonar ese tic tac de tu reloj de muñeca, y que aparezcas un día por la puerta.
Sigues teniendo la llave del reloj de cuco.

Dejando pistas de sus co(razones):


Llueve y Max no puede evitar escribir en el vaho de los cristales.
Iniciales y números. Las iniciales de ella juntos a las de él, y la fecha en la que empezó a deshacerse el mundo a sus pies.
El silencio se apodera de aquel taxi, mientras él suspira mirando fuera de la ventanilla.

-Nyx, ¿es desde ese día, verdad? Aquella noche era como la de hoy, lluviosa y tú llorabas, igual que ahora.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Gritándole al sueño.



1,2,3,
4,5,6,
7.
Y de nuevo otra vez.
1,2,
...
¡Sigo sin poder dormir, las ovejas se comen las estrellas!.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Maxwell Dawkins.


Frío, como el hielo. Como las noches de diciembre. -Inquebrantable.-

Decías tener el alma rota. 
Pero, ¿cómo se puede romper algo inalcanzable? 
Lo que tienes es un condón usado con forma de elefantito azul, muy azul.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Coffee.



***

Una vez alguien me dijo que el amor era del aroma del café, 
de un color marrón intenso con grumitos...
El problema está en que nunca me gustó el café.

Desde el 96.


Eres como la noche oscura sobre la cuna de un niño con miedo a crecer,
como el payaso siniestro de las fiestas de cumpleaños, 
como los gnomos del jardín de la vecina (la cual estaba como un cencerro). 
Como una de esas horrorosas muñecas de porcelana 
de la casa de la abuela que te vigilaban mientras dormías, 
o como esa infinidad de traumas que te dejaron en la infancia...
-Y que aún no has superado-.