jueves, 14 de abril de 2016

Si, puedes


Si puedes conservar la cabeza, cuando todo recae sobre ti,
y están perdiendo la suya y te culpan por ello,
si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero siempre admites su duda.

Si puedes esperar y no cansarte de la espera,
si estás siendo engañado y no pagas con mentiras,
si estás siendo odiado y no das cabida al odio,
si no pareces demasiado bueno, ni hablas con demasiada sabiduría.

Si puedes soñar, sin que los sueños te dominen,
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo,
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso,
y tratar a estos dos impostores de la misma forma.

Si puedes soportar el escuchar la verdad que has hablado,
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los ingenuos,
si ves las cosas que le diste a la vida, rotas,
y coges tus herramientas gastadas.

Si puedes hacer un montón con todas tus victorias,
y arriesgarlo todo en una partida de juego de azar,
y perder, y empezar de nuevo, desde el principio,
y nunca decir nada acerca de tu pérdida.

Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tendones,
para el momento en el que todo se ha ido,
y así resistir cuando no hay nada en ti,
excepto la voluntad que te dice: 

espera

Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud,
o caminar entre reyes y no perder el sentido común,
si ni los enemigos, ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo, pero ninguno demasiado.

Si puedes llenar el inexorable minuto
y cierto, de sesenta segundos,
si puedes hacer todo lo que te propones,
un “si puedes…” se transformará en un “sí, puedes”.

***


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