domingo, 25 de noviembre de 2012

Tic, tac. Toc, toc.



Suena el reloj de pared de la entrada. Suena la saboneta de uno de los bolsillos (de esos pantalones vaqueros con agujeros que te dejaste en mi habitación.)
En una tienda de relojes, todos suenan sin parar -a la par-, y el despertador de mi mesa de noche se para. 
Te espera.
Aún espero que deje de sonar ese tic tac de tu reloj de muñeca, y que aparezcas un día por la puerta.
Sigues teniendo la llave del reloj de cuco.

1 comentario:

  1. Me guta, guat guat guuuuutaaaaaa... e.ê

    Sigue así, aprendiendo de tu mentora (YO).

    <3 <3 <3

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