lunes, 16 de junio de 2014


Antes solía mirar por la ventana y mirar la noche ansiosa, viéndome a mí misma, aprendiendo de ella, pero ahora sé que lo único que nunca me enseñó es que era una gran ilusión que viene y va. Veía la ciudad cubierta de nieve y si moríamos o no tenía fin y la conclusión era que no, ¿cómo podía sonreír estando allí sola de pie? Y bueno, yo no lo sé.
Solo sé que te conocí en la estación de ferrocarril, ahora hace años y algo sucedió en la noche la última vez que bebí contigo en las luces de neón y ahora ya no te veo más.

El cielo del medio oeste es gris y frío,
el sol nunca brilla, pero eso está bien,
aunque no pude encontrar las cartas que me escribió.
¿Qué escribir? ¿dónde has estado todo este tiempo? Así que no sé, no.

Siéntate, tómate un poco de tiempo que van a rodar los dados. Tomando el pelo cualquier vida puede parecer normal también, pero encuentra otra forma, trata de romper el hielo. Todos quieren ser normales. Cada día y cada noche, las cáscaras de plátano en el suelo son lo único cierto, lo único verdadero.

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